Hay un libro que a mí me pareció esencial en el entendimiento de la Historia de Nuestro Pueblos: “Las Venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano. Lo leí en épocas en que no todo corría tan rápido, en las que uno se podía detener más en la apreciación estética aparte de la necesidad de incorporar conocimientos, sobre todo conocimientos que habían sido censurados en una adolescencia que se vivió en tiempos de la última dictadura militar.
Se me ocurrió en estos días, en que han vuelto ciertas “pestes": la de esta gripe cuyas consecuencias más graves se relacionan con este estado de las Condiciones de Salud de nuestra población luego de tanta destrucción económica de nuestro país, como la del uso de los DNI de indígenas del Chaco para votar a quienes los matan de hambre, la de otro golpe militar contra las aspiraciones de una democracia más real en uno de nuestros pueblos. Y digo, y antes ya había dicho “Nuestros Pueblos”, porque por historia, por necesidades y hasta por idioma, siento que toda Latinoamérica es mi Patria, porque así estaba en los anhelos de nuestros próceres, porque nuestros pueblos originarios sentían a la cordillera como “lugar de trascendencia”, de Unidad con lo trascendente y no como frontera de naciones.
Decía, se me ocurrió en estos días, releer “Las venas abiertas….” , pero intentando socializar esa lectura, por eso voy a ir subiendo párrafos resumidos al blog, y si alguno quiere seguirme, en la lectura del libro o de los resúmenes que suba, o hacer algún comentario o agregado (ya que la historia nuestra siempre está en construcción, y creo que lo más valioso son las conclusiones que uno puede sacar de ese pasado), está invitado.
“Las Venas Abiertas de América Latina" de Eduardo Galeano
Escrito en Montevideo, en 1970, con agregados en 1978, exiliado en Barcelona
”…Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez…” (Proclama insurreccional de la Junta Tuitiva en la ciudad de La Paz, 16 de julio de 1809)
Introducción: Ciento veinte millones de niños en el centro de la Tormenta
…Nuestra comarca del mundo que hoy llamamos América Latina,…se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfecciono sus funciones…
…Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan, consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos…
…Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo,: la tierra, sus frutos, y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de dependencias sucesivas que tiene mucho mas de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores, y, fronteras adentro de cada país, la explotación que las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de víveres y mano de obra…
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