Los de castillo: Imágenes, Palabras y Sueños desde las Escuelas de Rafael Castillo y aledaños
"Uno es Uno con Otros; Sólo no es Nadie" Antonio Porchia (1885-1968)

viernes, 6 de febrero de 2009

Paulo Freire

esto es un blog que intenta construir desde lo territorial (nuestra ciudad de R.Castillo) y desde la educacion (nace como intento de nexo sobre todo entre escuelas de la zona). Por tanto, como no dejar referencias a Paulo Freire (ademas de lo poco que dejo aca, hay textos y videos muy interesantes en http://www.elortiba.org/freire.html )

"Nadie libera a nadie, nadie se libera sólo, los hombres se liberan en comunión. Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo." Paulo Freire


El pensamiento de Paulo Freire

1_ Explique en que consiste la educación como concienciación.

La educación como concienciación nos explica que la alfabetización (leer y escribir)no es solo un mecanismo de expresión, sino que es un proceso en el cual la conciencia oprimida se libera, logrando una integración a la realidad cultural( el mundo), esta es necesaria y de todos los hombres ya que este mantiene siempre una relación con el mundo que es su realidad cultural, es decir que establece una relación entre sujeto a objeto y de esta relación resulta el lenguaje, todo hombre tiene tal relación y el dialogo es la base de lo educativo que es un buen instrumento para que el hombre desarrolle su conciencia critica y liberatoria.

2_ Diferencie entre educación bancaria y educación liberadora.

La diferencia es que en la educación bancaria no existe dialogo, sino que en esta hay una relación educador educando en la cual el educador narra y el educando oye, donde el educador es siempre el que sabe y el educando no sabe. En esta no se experimenta creatividad, transformación, invención ni búsqueda, en cambio en la educación liberatoria es todo lo contrario, en esta debe existir un dialogo que es permitido por una acción y reflexión debe haber una relación entre educador y educando (entre todos).

3_ Explique la importancia del dialogo en la educación

El dialogo en la educación es muy importante, ya que nos mantiene en una constante relación entre el profesor y los alumnos, nos permite elaborar en conjunto el aprendizaje, también nos permite confeccionar una acción y reflexión lo cual implica pensar, crear, investigar, etc. Y nos mantiene en relación con el mundo, nos ayuda a transformarlo, nos comunica y nos ayuda a buscar la verdad , la realidad y la totalidad en conjunto.

Reflexione: ¿se expresa la dialoguicidad en nuestras escuelas?

2 comentarios:

Marcelo dijo...

primero, como nadie comenta las notas, que es porque tal vez nadie las ve, me las comento yo, y hablando de Freire, por ahi tengo un cuentito del subcomandante Marcos que este año leyo junto a otros cuentos que leyeron niñitas indigenas...creo que es pedagogico, a pesar de las apariencias...

Cuento 3: LA PEDAGOGÍA DEL MACHETE

El otro día, para variar, la Toñita se metió sin permiso en la comandancia general del ezetaelene, una fortaleza supuestamente inexpugnable (en realidad se trata de una champita).

Me encontraba yo pensando en cuáles serían los temas más adecuados para estas mesas supuestamente redondas del Festival de la Digna Rabia, cuando me di cuenta que la Toñita ya estaba a mi lado y diciéndome:

“Oí Sup, no sirve que haces así”, mientras señalaba una foto tamaño natural de Angelina Jolie con pocas ropas.

“¿No sirve que haga qué cosa?”, le pregunté mientras revisaba las barreras “anti-toñitas” que había dispuesto para evitar que pasara lo que ya estaba pasando.

“Pues así como haces de por sí”, dice la Toña, y agrega: “¿por qué tienes a esa señora encuerada contigo?”.

Yo encendí la pipa y le respondí: “En primer lugar: no está encuerada, yo qué más quisiera. Y en segundo lugar: no la tengo conmigo, yo qué más requisiera”.

La Toñita, como es su costumbre, se queda en una parte de la película porque me pregunta: “¿Y el tercero?”.

“¿Cuál tercero?”, le pregunté.

“Pues si hay un primero y un segundo, entonces hay un tercero. Yo me saqué tercero en la escuelita”. La Toñita ha omitido el pequeño detalle de que en esa clase sólo iban 3 alumnos.

Como no quiero entrar en polémica, le propongo que si le cuento un cuento, entonces ella se va a ir para que se lo cuente a los demás.

“Sale”, dice la Toñita y se sienta en el suelo.

Yo carraspeo y comienzo con el “Habrá una vez…”

La Toña interrumpe: “¿y va a haber palomitas?”.

¿Cómo palomitas?, le pregunto desconcertado.

“Pos sí, palomitas, como cuando vemos película”, dice la Toñita.

“No”, le digo, “este es un cuento, no una película y aquí no hay palomitas”.

“Bueno”, dice la Toñita.

Yo prosigo:

“Habrá una vez un subcomandante que era muuuuuuy malo y mucho se encabronaba con las niñas que se metían sin permiso a la comandancia a dar lata”.

La Toñita pone atención. Yo aprovecho para darle un giro pedagógico al relato, con un estilo y un método que olvídense de Paulo Freire y Antón Makarenko:

“Entonces, cuando una niña se metía sin permiso en la comandancia, el subcomandante ése sacaba un su machete y ¡zás!, le cortaba la cabeza a la niña”.

La Toñita abre bien los ojos, aterrorizada.

Notando que el concepto esencial educativo se estaba captando, decidí reforzar el relato con esa técnica pedagógica marconiana que tanta fama me ha dado en los coloquios de psicología donde mucho Freud, mucho From, mucho Luria, y mucho toda la cosa:

“Y el machete no tenía filo, para que tardara más en cortar. Y estaba bien oxidado de una vez, para que la herida se infectara”.

La Toña, horrorizada, espera un final feliz.

“¿Y luego?”.

“¿Y luego qué?”.

“Pos y luego qué sigue del cuento”.

“Ah bueno, pues resulta que a la niña después le pusieron muchas inyecciones para que no se infectara”.

Y tan-tan.

“¿Tan tan? Urrr, Sup, de una vez que no sirven tus cuentos”.

“Claro que sirven”, le digo mientras la conmino a que abandone la champa.

“De balde tienes a la señora ésa encuerada, si no hay palomitas”, dice la Toñita al retirarse.

El asunto no termina ahí. La reunión que tuve con los compañeros del Comité terminó. De regreso, preparando mi mochila para movernos al cuartel, me doy cuenta de que no está mi machete.

“La Toña”, pensé y la mandé llamar.

“Oí Toñita, no encuentro mi machete, ¿no lo viste por ahí?”.

“No, pero te voy a contar un cuento”, respondió la Toñita.

“Había una vez una niña muy bonita, así como yo, y que se llamaba la Toñita, así como yo. Y entonces había un subcomandante muuuy malo que le quería cortar la cabeza con un su machete”.

“¿Y por qué le quería cortar la cabeza?”, interrumpí yo, tratando inútilmente de recuperar el control de la situación.

“Saber”, respondió la Toñita, “creo que así llegó en su pensamiento. Y entonces pues que la niña se metió en su casita de ese subcomandante a escondidas. Y entonces lo agarró su machete del subcomandante ése y fue y lo aventó en la letrina. Y tan-tan”.

La Toñita dijo el “tan- tan” ya muy lejos de mi alcance.

Así que creo que ya sé dónde está mi machete. Ahora falta recuperarlo, ¿alguien se ofrece de voluntario o voluntaria?

Tan-tan.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, 3 de enero del 2009.

Anónimo dijo...

hola!
soy cami de castillo
(voy a la 14 de castillo)
te agradesco por aser este espacio
ase que todos puedan conocer un poco mas de nuestra ciudad, la verdad que es muy interesante
no te ablo de pedagogia porque la verdad nose mucho de eso
pero nada, muchos saludos y segui asi que el blog es excelente
besos
la roli =)